Con la llegada del verano, entrenar en el calor se convierte en un verdadero reto. No se trata solo del esfuerzo físico: el cerebro Es uno de los órganos más afectados por el estrés calórico. Concentración, lucidez y El estado de alerta mental puede disminuir drásticamente cuando suben las temperaturas, afectando no solo el rendimiento, sino también la seguridad.
En este artículo descubrimos qué sucede con nuestro cerebro durante la actividad física a altas temperaturas y qué estrategias adoptar para protegerlo. Entrenar en el calor es posible, pero requiere mayor atención para no tener consecuencias negativas.
Durante un entrenamiento a altas temperaturas, el El cuerpo activa sus mecanismos de defensa: aumenta la sudoración durante frío, el flujo sanguíneo se mueve a la piel y el corazón trabaja para más. Pero estos cambios fisiológicos también tienen un costo para el cerebro.
El calor reduce la disponibilidad de oxígeno y nutrientes para el sistema nervioso, afectando negativamente las funciones cognitivas como la atención, la capacidad de respuesta y la coordinación. Además, cuando la temperatura supera los 38°C, el cerebro comienza a ralentizar los procesos para proteger contra un posible sobrecalentamiento.
Hidratación Es la primera línea de defensa contra los efectos negativos de las temperaturas abrasadoras en el cerebro. Incluso una pérdida de líquidos corporales del 1-2% puede comprometer Memoria a corto plazo y concentración. Para los que entrenan en el calor, Es fundamental beber regularmente, prefiriendo agua fresca o bebidas funcional como S-Nap Shot, creado por expertos en neurociencia y con sabor a Agradablemente afrutado y saciante de sed: Puedes probarlo aquí.
La nutrición también juega un papel crucial: frutas frescas, verduras y snack Saludable micronutrientes como el magnesio y el potasio ayudan a mantener el equilibrio hidrosalino y alerta mental, así como determinado Los alimentos son adecuados para apoyar las funciones cognitivas.
Entrenar de forma segura también significa proteger el cerebro. Estos son algunos consejos prácticos:
El entrenamiento en el calor puede llevar a una condición de Fatiga mental anticipada: aunque el cuerpo resista, el cerebro Envía señales para reducir la velocidad. La concentración disminuye, los movimientos se convierten menos preciso y aumenta el riesgo de errores, especialmente en deportes que Requieren lucidez táctica, como el pádel o el fútbol.
El calor también puede alterar el estado de ánimo, generando irritabilidad y una sensación de frustración. Por esta razón, es importante escuchar a la señales mentales tanto como físicas. Confusión, dolores de cabeza, La desorientación o la sensación de vacío mental son señales de alarma que se le tome en serio. Si aparecen, deje de hacer ejercicio inmediatamente e hidratado. El riesgo no es solo una caída en el rendimiento, sino real Golpe de calor con secuelas neurológicas.