Vivimos en una era de notificaciones constantes, multitarea y estímulos constantes. En medio de todo esto, una técnica de meditación muy antigua como el mindfulness se ha abierto paso como una práctica capaz de devolvernos al "aquí y ahora", aumentando la sensación de bienestar mental y físico. Pero, ¿realmente funciona? ¿Cuáles son los efectos reales del mindfulness en nuestro cerebro y cuerpo? Averigüémoslo juntos.
Mindfulness es una palabra inglesa que significa "conciencia". Ni místico, ni mágico, sino concreto. Es la capacidad de prestar atención al momento presente con una actitud sin prejuicios para captar plenamente sus emociones, pensamientos y sensaciones físicas.
Nacido de las tradiciones meditativas orientales, ha sido adaptado en Occidente en clave secular y científica. Puedes practicarlo sentado, caminando, comiendo o incluso lavando los platos: lo que importa es estar presente. Y sí, incluso unos minutos al día son suficientes, siempre y cuando la práctica sea constante.
La neurociencia ha confirmado que el mindfulness no es solo "una moda pasajera", sino una práctica meditativa con beneficios reales para la mente y el cuerpo. Estos son algunos de los efectos del mindfulness en el cerebro:
Los efectos del mindfulness no se limitan a la mente: el cuerpo también responde positivamente. Entre los principales beneficios para el organismo:
vida diaria No se necesitan incienso ni almohadas especiales. Todo lo que se necesita son 5 minutos al día y el deseo de experimentar. Algunas ideas prácticas:
¿El secreto? No juzgues. Si la mente divaga, tráela de vuelta al presente. El mindfulness es mucho más que una técnica de relajación: es un verdadero entrenamiento mental. Una herramienta muy valiosa, al igual que la bebida funcional para la concentración: cómprala aquí y recarga tu mente siempre que lo necesites.